Para todas las empresas, la lealtad del cliente es una de las principales tareas para garantizar el éxito empresarial. Es irrelevante si la empresa es grande o solo una persona autónoma está detrás de ella, si fue recién fundada o si la empresa ha estado en el mercado durante algún tiempo. Especialmente en tiempos de tendencias de consumo y desarrollos de productos que cambian rápidamente, la lealtad del cliente parece más difícil que nunca y, por lo tanto, aún más valiosa.