Cuidados del pie diabético

Cuidados del pie diabético

La Organización Mundial de la Salud cifra en más de 347 millones las personas que actualmente sufren de diabetes en el mundo. Esta enfermedad conocida como la enfermedad silenciosa, porque la persona que la padece no siente ni sufre dolor, tiene una ausencia de síntomas que es la que hace que sea una enfermedad oculta, pero que va minando poco a poco la salud de la persona que la padece, ya que llega a afectar a todos los órganos y sistemas del cuerpo, dañando los nervios y/o los vasos sanguíneos y pudiendo ocasionar complicaciones tan importantes como pueden ser la ceguera, problemas cardiovasculares, fallo renal, debilitamiento muscular y cansancio, pie diabético, etc.

Como os decimos, el pie diabético es una de las complicaciones más habituales y se puede cursar con:

  • Afectación nerviosa o neuropatía periférica. Con pérdida de sensibilidad, de tal modo que el paciente no siente dolor ni nota la percepción de tener una herida, una ampolla, un corte… por lo que estas pueden ocasionar úlceras y favorecer el desarrollo de una celulitis extensa.
  • Falta de riego sanguíneo o vasculopatía. El daño en los vasos sanguíneos significa que el pie no recibe suficiente sangre y oxígeno, por lo que sus lesiones tardan mucho más en curarse y presentan un alto riesgo de complicaciones irreversibles.

En el cuidado de un pie diabético hay dos temas esenciales, por un lado, está el control de los niveles de azúcar en sangre y por otro lado mantener una buena higiene de los pies. A ello deberemos añadir los siguientes cuidados:

  • Inspeccionar y revisar los pies todos los días. Con el fin de buscar cualquier herida, rasguño, etc. para ponerle cura antes de que vaya a mayores. En caso de ser necesario podemos ayudarnos de un espejo para inspeccionar la planta del pie.
  • En la higiene diaria utilizaremos un jabón neutro, esponjas suaves y agua con una temperatura tibia, para a continuación secar los pies en profundidad, sobre todo entre los dedos. Aplicar crema hidratante por todo el pie, para evitar la sequedad ya que esta favorece la aparición de grietas.
  • Limar las uñas de una forma recta después de lavarse los pies para evitar el enclavamiento de los laterales de las uñas. En este aspecto, si vosotros no sois muy duchos en el tema, nosotros os recomendamos que acudáis a Bellesa i Ungles, donde os harán la pedicura y os aconsejarán sobre lo que más conviene, según el estado de salud de los pies, trabajando con especial cuidado y con unas técnicas totalmente indoloras e inofensivas para conseguir un resultado perfecto.
  • Proteger los pies tanto del frío como del calor. Para ello es aconsejable la utilización de calcetines sin costuras y de tejidos naturales como lana o algodón para facilitar la transpiración del pie, procurando cambiarlos todos los días.
  • El calzado debe ser de buena calidad y con una horma ancha, evitando el calzado puntiagudo, el de tacón alto y las sandalias o chanclas que dejan al descubierto el pie.
  • Es aconsejable caminar diariamente para fortalecer y mantener la circulación sanguínea en los pies.
  • Acudir de forma regular a la consulta de un podólogo, a fin de prevenir cualquier problema y mantener así en las mejores condiciones posibles la salud del pie.

Los grupos de riesgo de padecer un pie diabético son personas con:

  • Deformidades óseas.
  • Más de 70 años.
  • Enfermedad vascular isquémica.
  • Retinopatía o nefropatía.
  • Neuropatía periférica.
  • Antecedentes de consumo excesivo de alcohol.

¿Qué enfermedades del pie afectan a las personas mayores?

Las enfermedades del pie que sufren las personas mayores con mayor frecuencia son:

  • Juanetes o hallux valgus. Es una deformidad del dedo gordo del pie que produce una protuberancia en el borde externo del mismo. Puede llegar a ser muy doloroso y presentar problemas al calzarse pues con el tiempo va empeorando y creciendo hueso extra en esa zona al que acompaña líquido. Su principal causa de aparición son los factores hereditarios, si bien los reumatismos inflamatorios o pies planos también lo pueden favorecer.
  • Dedos en martillo. Es una deformidad causada por un desequilibrio de los tendones o músculos, presentando una curvatura anormal en el medio de la articulación del dedo del pie. Se asocia a enfermedades como artritis, diabetes, haber sufrido traumatismos, factores hereditarios, etc.
  • Es una enfermedad molesta y dolorosa, en la que las articulaciones de los dedos, tobillo o talón pueden inflamarse y causar dolor ocasionando problemas para caminar.
  • Cambios estructurales en los pies. A medida que envejecemos, nuestro pie sufre modificaciones que pueden dar lugar a diversas problemáticas como pinzamiento de nervios, almohadillas debilitadas, sobrecarga del tendón de Aquiles, etc.

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