Mudanzas que mejoran la vida

Mudanzas que mejoran la vida

No es la primera mudanza que hago pero en esta le he puesto más ilusión. Al poco tiempo de casarme heredé la casa de mi abuela. Fue un palo muy grande para toda la familia perderla pero es ley de vida y por lo menos podemos decir que tuvo una vida larga y rodeada de quienes la querían, así que ya podemos darnos con un canto en los dientes tal y como están las cosas. Nos mudamos a su casa, y fue genial pasar de vivir de alquiler a hacerlo en nuestra propia casa, donde pudimos hacer reforma y adaptar todo a nuestro gusto, pero mudarnos ahora a una urbanización nueva y estrenar vivienda es una auténtica pasada.

Nos ha costado bastante, no os vayáis a pensar, han sido 10 años viviendo en la antigua casa de mi abuela y aunque estoy muy agradecida necesitábamos mejorar. Sin ascensor, subir la compra se hace pesadísimo, y ya no os cuento lo que es subir a una bebé y el carro o la silla de paseo dos pisos, por escaleras estrechas, un par de veces al día. Además, eso de no tener urbanización donde poder bajar con la peque se nota mucho, y ahora todo eso va a ser mucho mejor.

Nos mudamos a una urbanización de obra nueva con piscina y parque infantil. No es muy grande, no os vayáis a pensar, pero a nosotros nos sobra. La casa nueva tiene tres habitaciones y dos baños, lo que ya es un plus enorme porque antes solo teníamos un baño y a veces eso era un problema. Y, por supuesto, tenemos ascensor, lo que me parece el mejor avance de todos, por mucho que a otros les parezca ridículo es un gran beneficio. De hecho, yo diría que es algo que mejora, mucho, la calidad de vida. ¿No creéis?

Muebles y decoración

En nuestra primera mudanza el objetivo principal fue mejorar la eficiencia de la vivienda y hacerla más acogedora y cómoda para todos los miembros de la familia. Obviamente tuvimos en cuenta nuestros gustos y preferencias pero el principal objetivo no era tener el salón o el dormitorio más bonito del mundo, sino conseguir que fuera lo más cómodo y hogareño posible para todos. De hecho, nuestra mayor parte del presupuesto se gastó en reformas de esas que no se ven, es decir, de las que te gastas el dinero pero no lo disfrutas tanto como te gustaría.

Lo que hicimos fue cambiar toda la instalación eléctrica así como toda la fontanería para evitar roturas inesperadas o problemas, también cambiamos los cerramientos (puertas y ventanas), instalamos aire acondicionado con bomba de calor en dormitorios y salón y, por supuesto, reformamos la cocina y pintamos toda la vivienda. También cambiamos algunos muebles viejos, pero usamos todos los posibles para ahorrar algo de dinero.

Ahora todo ha cambiado, en la nueva casa todo es de obra nueva y no tenemos que realizar ninguna reforma y aunque la inversión en la hipoteca ya es, de por sí, muy elevada, hemos decidido poner toda la carne en el asador porque esta sí va a ser nuestra casa para siempre (o eso pensamos ahora). Conclusión: todo nuevo, bonito y elegante para que dure muchísimos años.

Lo primero que hemos hecho es comprarlos muebles del salón en esta tienda de muebles  en Valladolid porque queríamos que fueran clásicos, que no pasasen de moda, y que tuvieran la robustez y la calidad necesaria como para que nos durasen toda la vida (o el máximo posible). Y es que el mueble contemporáneo, de estilo más o menos clásico, es perfecto para eso ya que no pasa de moda. Además, nosotros queríamos algo sencillo, pues todo lo aparatoso o demasiado cargado nos resulta agobiante en casa, así que cuanto más minimalista fuera todo mucho mejor.

Al final nos hemos decantado por un conjunto de salón comedor de madera maciza  en color gris claro combinado con tonos robles. Tiene un aire muy nórdico aunque no hayamos optado por el blanco clásico que es tendencia en ese estilo decorativo pero tenemos que tener en cuenta que, al ser madera maciza, hay que mantenerla y realizar una serie de acciones cada cierto tiempo con el fin de que perdure en perfecto estado y sin plagas tipo carcoma o termitas.

El resto de la casa la hemos amueblado y decorado con TuaCasa. Es una tienda online que nos recomendaron unos amigos que la conocían de hace tiempo. Tienen fabricación propia por lo que puedes personalizar medidas y conseguir que todo encaje a la perfección y lo bueno es que siguen siendo muebles de primera calidad que esperamos duren muchísimos años.

Ahora bien, ¿cómo podemos pretender que la habitación de la peque, que ahora tiene 3 años, dure tanto? Pues porque no le hemos montado una habitación infantil que caducaría en breve, sino una juvenil que esperamos aguante hasta la universidad.

Y es que eso de hacer una habitación de bebé, o infantil, para luego cambiarle los muebles cuando cumple los tres o cuatro años y hacerle entonces una habitación que le dure hasta la adolescencia y con 13 o 14 años tener que hacerle una nueva (por tercera vez) me parece ridículo. Eso es, en mi opinión, una pérdida de dinero, de recursos y ganas de hacer el panoli.

Cuando mi hija nació no necesitaba una habitación al uso, sino una cuna, un cambiador y un armario, así que eso es lo que tuvimos. La cuna y el cambiador sí que hubo que comprarlos, no había más remedio, pero el armario que se usó es el que ya había en esa habitación. Cuando cumplió los dos años le compramos un buen somier y un colchón estupendo, pues era lo que necesitaba para pasar de la cuna a la cama, y seguimos usando el armario que había. Ahora, que ya vamos a hacerle la habitación completa, se la hemos comprado en color blanco, con su cama nido con cajones, su escritorio con estantería para libros, su armario de puertas correderas y una cajonera estupenda que amplía aún más el espacio de almacenaje. El color lo pondremos gracias a la decoración, que obviamente puede modificarse fácilmente. Ahora todo tiene arcoíris y unicornios, pues le encantan: la colcha, el estor de la ventana e incluso un vinilo que hemos pegado en la pared al lado de su cama. Los cojines en tonos rosa, igual que la silla del escritorio y, por supuesto, sus peluches.

Con esta fórmula, si el día de mañana prefiere a Spiderman que a los Unicornios o los posters de naturaleza simplemente tenemos que cambiarle el estor, la cubierta de la cama y la decoración, lo cual es barato y sencillo de hacer y, por ende, no necesita cambios de mobiliario ni de nada farragoso. En mi opinión, es la mejor opción que podríamos haber tomado.

Calidad de vida

Otra cosa que teníamos clara es que si esta iba a ser nuestra casa para toda la vida teníamos que ganar en calidad de vida, y no solo por el ascensor, jejeje.

La pandemia que hemos vivido todos, y seguimos viviendo, así como el confinamiento y las cuarentenas, dejaron en evidencia la necesidad de espacios al aire libre privados y aunque nuestro presupuesto no llegase para una casita con jardín, teníamos claro que nuestro balcón debería ser lo suficientemente grande como para poner una mesa y sillas con el fin de pasar tiempo en familia al aire libre. Nuestro nuevo hogar dispone de una terraza estupenda, tal vez sea lo mejor de la casa y no me arrepiento para nada. Es probable que hayamos renunciado a metros cuadrados en el interior y que los dormitorios sean de tamaño más bien pequeño pero ¿y qué más da? Yo la habitación solo la quiero para dormir así que no necesito más.

Nuestra nueva terraza mide unos dos metros de ancho por unos 3 de largo. Como veréis no es muy grande pero nos sobra para poner una zona de juegos para la nena y la mesa con las sillas para comer y cenar en familia ahí siempre que la climatología nos lo permita. Incluso me veo jugando a algún juego de mesa en verano por las noches en la terraza, o a las cartas como antaño se hacía en los apartamentos veraniegos en plenas vacaciones. No descarto nada en absoluto.

Al final, el objetivo de una mudanza siempre es ir a mejor, ganar algo con esa mudanza y nosotros lo hemos conseguido aunque nos haya costado 10 años. ¿Te atreves?

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