Los tiempos van cambiando y con ellas las relaciones y la forma que tenemos de entender el sexo. Lejos queda ya aquel arquetipo de marido dominante y mujer sumisa y es que hoy en día existen tantos roles o tantas preferencias como parejas hay. En este sentido, a lo largo de las próximas líneas os queremos dar a conocer algunos de los juegos de roles que, ahora mismo, son una de las prácticas más curiosas que llevan a cabo los españoles en la cama. Por ello, sin más dilación, entramos en materia y nos metemos en nuestro personaje erótico favorito.
- El fontanero y el ama de casa, uno de los clásicos. El rol del fontanero y el ama de casa desesperada es todo un clásico y prueba de ello es que esta es una fantasía muy recurrente, incluso podéis meteros del todo en el papel y que él aparezca con una llave inglesa y el mono azul de fontanero. Y todo esto, ¿para qué? Pues para dar rienda suelta a vuestra imaginación en la cocina o en realidad dónde os pille.
- Stripper personal a lo Magic Mike. ¿Te imaginas tener un stripper personal? Un baile sensual nos excita a cualquiera, así que asegúrate de que tu novio ha captado la idea y ponle unas imágenes de Magic Mike para que se inspire. Además, adornar su gran hazaña con un vestuario sensual que vaya desapareciendo poco a poco es la guinda del pastel.
- La vuelta al cole. Vas a tener que enseñarle una buena lección a tu pareja y para ello la escena puede ser la siguiente: él es un alumno muy rebelde y tú eres la profesora que le va a impartir el castigo, aunque este no va a ser precisamente escribir cien veces en la pizarra ‘no lo volveré a hacer’. Lo mejor de este rol es la infinidad de disfraces que podéis utilizar, ponte unas gafas de ver y quítatelas de forma sensual. También podéis probar al revés, tú eres la alumna y él el profesor.
- La policía sexy y el prisionero. ¿Cuál de vosotros será el prisionero en la cárcel del sexo? Uno de los dos ha sido malo y el otro debe castigarle. Para ello puedes ponerte un disfraz de policía sexy y utilizar las esposas y si no tienes disfraz, no te preocupes, ya que en La casa de los disfraces encontrarás diferentes modelos muy bien de precio y que, además, te los llevan a casa. Este complemento, el de las esposas y los disfraces, da mucho juego en la cama, pero si no te convencen puedes probar otro de los roles sexuales que te proponemos.
- Extraños en un bar. Para este rol podéis quedar en el bar de un hotel para darle todavía más realismo al encuentro. Si no, siempre podéis volver a casa fingiendo que es solo la casa de uno de vosotros. Tenéis que llegar por separado, os recomendamos que vayáis vestidos de forma totalmente diferente a vuestro estilo habitual y crearos un personaje.
- El bombero y la chica en llamas. Estás tan caliente que tiene que venir un bombero sexy como los de los calendarios para apagar todo ese fuego de tu interior con su manguera. Además, podéis poneros el reto de hacer el amor de pie sin tumbaros en ningún momento.
- Súper orgasmos. Por una noche podéis hacer de superhéroes, Superman y Wonder Woman o la Chica Invisible y Mr. Fantástico. Esta es otra buena oportunidad para vestirse de forma sensual, y es que ¿hay alguna súper heroína más sexy que Catwoman? Enfúndate en un traje de cuero y no olvides el látigo.
- La ejecutiva agresiva y el becario. Eres una ejecutiva de éxito, pero todo tu trabajo te causa mucho estrés y de alguna manera tienes que liberar tensiones. Además, tienes mucho que enseñar a tu becario. Para ello, seguro que en casa tienes alguna habitación que se puede convertir en despacho, así que no olvidéis de hacer el típico gesto de tirar todas las cosas del escritorio al suelo de un manotazo.
- La masajista. Podéis crear la ambientación en vuestra habitación, encender unas velas y colocar algunas toallas. Las cremas, los olores del incienso, la luz tenue… todo ello crea un escenario perfecto para daros un masaje con final feliz.
El efecto Cincuenta Sombras de Grey
Desde que salieron a la venta los libros y más adelante las películas, lo cierto es que el BDSM o poner a prueba los límites sexuales puede ser una forma muy excitante de hacer el amor. Si bien, siempre se ha de llevar a cabo este tipo de prácticas con una persona en la que confíes plenamente para no tener problemas después. Cuando uno es el dominante y otro es el sumiso, además de ser una práctica que puede llegar a ser divertida, es muy excitante.