Una buena dentadura es sinónimo de buena salud. Mostrar unos dientes sanos y fuertes es algo cada vez más sencillo, aunque no se tenga una dentadura completa o hayamos sufrido algún problema en las piezas. Gracias a la implantología, recuperar la sonrisa en casos extremos de perdida dentaria, es posible. Los avances tecnológicos y las técnicas más vanguardistas, permiten que todo el mundo pueda tener una dentadura completa, sustituyendo las piezas originales en mal estado o ausentes, por implantes dentales.
Recurrir a la implantología dental es algo que beneficia a la salud en general, tanto como a la salud oral. Debemos ser conscientes del daño que puede causar una dentadura en mal estado o, la ausencia de piezas dentales que afecta directamente a la alimentación, entre otros aspectos. Conocer todos los tipos de implantes que existen es una de las mejores maneras de acercarse el mundo de la implantología y, en caso de necesidad, saber qué es lo que más nos conviene.
Para desarrollar este artículo, vamos a desglosar toda la clasificación relativa a los implantes que se pueden encontrar, con ayuda de profesionales del sector de la odontología como el Dr. Jaime Clavero, experto en implantología y cirugía oral. Atendiendo a la clasificación de implantes, es posible encontrar diferentes tipos a razón de la cantidad, el lugar de colocación, los materiales, conexiones, etc. En función de cada patología, se debe optar por un tipo de implante u otro, por lo que conocer todo lo referente a esta rama de la odontología, nunca está de más.
Ante la pregunta sobre cuantos tipos de implantes dentales existen, podemos decir que la personalización de cada uno de los tratamientos de implantología, hace que los tipos de implantes, sean ilimitados de algún modo. Aunque eso es debido a las múltiples combinaciones posibles que se pueden realizar con los tipos disponibles.
Un implante para cada situación
Del mismo modo que se puede perder un diente por incontables motivos, existe numerosos tipos de implantes creados, de forma específica, para resolver cada caso en particular. Podemos desglosar los tipos de implantes dentales existentes en función de sus principales características:
- Lugar de colocación (endo-óseos o yuxta-óseos).
- Número de implantes (una pieza, varias o arcada completa).
- Movilidad (fijo o removible).
- Modo de colocación (carga inmediata, allon4, una o dos fases, mini implantes).
- Material del implante (titanio o zirconio).
- Conexión (interna o externa).
Atendiendo a la definición de implantología, como rama de la odontología que se ocupa de realizar el proceso de introducir un tornillo de titanio en el hueso, con objeto de que, pasado el tiempo de integración, se adhiera y forme parte del hueso, podemos entender el concepto de osteointegración.
Ahora veamos los tipos de implantes, en base a su colocación. Siendo los implantes dentales endo óseos, aquellos que insertados en el hueso, se unen de forma sólida mediante un proceso, denominado como osteointegración. De este proceso, resultan los implantes dentales denominados como endo óseos o intra óseos, los más habituales. Los implantes osteointegrados, son los más comunes debido a su alta tasa de éxito y fiabilidad, siendo la alternativa a puentes y dentaduras postizas.
En este tipo de implantes, podemos encontrar los implantes cónicos que se hacen más gruesos a medida que se acercan a la corona, simulando la raíz natural de un diente. Son los más utilizados para huesos poco densos. En algunos casos, cuentan con perforaciones para que el hueso se desarrolle en el interior. Los implantes cilíndricos o de tornillo, cuentan con un grosor regular, siendo los más utilizados, puesto que el tiempo de osteointegración es inferior. Otros tipos de implantes son los laminados, con forma de lámina, actualmente en desuso.
Pasamos a los implantes dentales yuxta óseos, que forman un marco de metal que se introduce en el hueso de la mandibular, bajo el tejido de las encías. Su forma es similar al borde del hueso, de tal manera que se pueden fijar de forma adecuada. Igualmente, se forman por unos pilares en los que, posteriormente, se coloca la prótesis dental. Este tipo de implantes se utiliza en pacientes que no pueden utilizar dentaduras normales y cuentan con una altura ósea mínima. En la actualidad no son muy utilizados pues solo se indican en los casos de personas con buena reabsorción ósea.
Implantes en función de otros aspectos
Si atendemos a otras características, podemos encontrar implantes de otros tipos. En función de la cantidad, distinguimos entre implante dental unitario, cuando se trata de reemplazar todo un diente, compuesto por la raíz (implante propiamente dicho) y el diente (la corona). El implante se coloca en lo profundo del hueso y ejerce como raíz, mientras que la corona se adhiere de diferentes formas, pudiendo cambiarse si se daña.
En el caso de que haya que colocar más de una pieza, nos encontramos con el implante dental puente-implante soportado. Que hace que no todos los dientes que se reemplazan, se apoyen directamente en un implante que los sujeta. Un puente, consta con uno o más implantes que sujetan los dientes intermedios. Se trata de implantes dentales que sujetan dos dientes con un puente en medio.
Cuando se trata de reemplazar toda la arcada, hablamos de implantes de arcada completa. La dentadura sujeta por implantes es aquella que se asiente sobre cuatro o más implantes. Se clasifica como sostenidas por implante, ya que la dentadura se asiente de forma completa sobre las piezas metálicas, tocando ligeramente los tejidos blandos, es decir, la encía. Los implantes tienen la misión de impedir que la dentadura se mueva, evitando el daño a las encías. Como ventaja adicional, cuantos más implantes, menos se atrofia el hueso, haciendo que la dentadura, sea más estable.
Teniendo en cuenta su movilidad, podemos distinguir implantes dentales con dientes artificiales fijos. En este caso, el implante ofrece ventajas como un aspecto y funcionalidad similar a un diente natural. También, podemos encontrar prótesis dentales atornilladas en implantes, en la que, por lo general, existen dos implantes dentales a modo de anclaje que evitan que la prótesis se mueva. Este tipo de dentaduras postizas, se clasifican como retenidas por implantes, puesto que todavía se encuentran soportadas por el tejido blando.
En ambos casos, los implantes pueden retener prótesis con diferentes tipos de fijación: barra con clip; bola y juntas toricas; clips que se enganchan a los implantes.
Podemos hablar también de las prótesis dentales semi extraíbles. Este tipo de prótesis, puede ser extraída por el dentista aunque no por el paciente. En el caso de que se trate de una arcada completa, por lo general, se requieren al menos seis implantes para sostener los dientes.
El implante dental endo óseo, es el tipo de implante que se utiliza cuando al paciente le faltan uno o más dientes. Se instala en dos cirugías separadas y de carácter mínimamente invasivas. La primera consiste en insertar la base en la mandíbula y la segunda, para colocar el implante.
Otra de los tipos de implante más específicos, son los implantes zigomáticos. Este tipo en particular, se utiliza en ubicaciones muy específicas, en la parte posterior de la mandíbula superior. De esta manera, se aprovecha una zona del hueso disponible en una mandíbula severamente atrofiada. Se recurre a este tipo de implante, cuando el paciente necesita una dentadura superior completa no extraíble, pero no quiere pasar por el injerto de senos. Se trata de un procedimiento de mayor complejidad que pocos odontólogos hacen.
A razón de su forma de colocación, podemos distinguir los implantes de carga inmediata que, permiten salir de la clínica, con la dentadura completa sin tener que esperar al proceso de osteointegración. Los dientes iniciales, son temporales, hasta que el implante cicatrice y tenga el contacto óseo necesario para soportar la prótesis permanente.
Así mismo, los all on 4 y all on 6, son formas de colocación adecuadas para personas que han perdido la mayoría o totalidad, de las piezas dentales. Esta técnica permite colocar implantes sin necesidad de injerto óseo, utilizando un juego de dientes temporales colocados en el mismo día.
Sin embargo, el proceso de colocación más típico que podemos encontrar, es el de implantes dentales de dos fases. El primer día se realiza un procedimiento quirúrgico para colocar el implante en la mandíbula. La segunda fase, se llevará a cabo meses después, con una cirugía menor en la que se coloca un pilar y un diente.
Similares a este último, los implantes de una fase, se realizan con una etapa de cicatrización en la que el implante permanece visible para que el pilar y la restauración temporal se unan sin requerir cirugía.
En lo que a materiales respecta, lo más frecuente es utilizar implantes de titanio y zirconio, debido a su alta biocompatibilidad.
Por último, referir los tipos de implantes en función de su conexión que, pueden ser externa o interna, cada uno de ellos con su características particulares, en función de la necesidad del paciente.
A modo de conclusión, solo podemos añadir que el campo de la implantología, es cada vez más amplio y preciso. Los avances se suceden de forma continua y los resultados son, cada vez más espectaculares, lo que influye tanto en la salud dental, como la general.