La sonrisa perfecta no existe

Siempre sacan el mismo ejemplo en las redes, o por lo menos es el que siempre veo yo, a Ronaldo antes y después de sus tratamientos dentales y hay que reconocer que el chico ha sabido invertir su dinero porque el beneficio es evidente. No obstante, los dentistas alertan de que no hay sonrisa perfecta, o en otras palabras, podemos intentar conseguir nuestra sonrisa perfecta pero jamás la sonrisa perfecta, pues cada cual tiene sus rasgos, así como defectos, y la perfección, como en casi todo, no existe.

Nosotros, como usuarios inexpertos y en muchas ocasiones casi sin información, vemos ese cambio en Ronaldo y otras celebrities nacionales e internacionales y pensamos que con unos retoques o algo de ayuda podemos conseguir algo similar y entonces entramos en una vorágine de gasto económico en clínicas dentales o en búsqueda de información de trucos caseros que a veces nos llevan a estropear nuestra dentadura.

Está claro que ir a una clínica dental y empezar un tratamiento de ortodoncia o iniciar un blanqueamiento dental bajo la supervisión de un profesional es algo factible y que, en la mayoría de ocasiones, nos reporta un beneficio estético importante, por lo que es algo en lo que suele merecer la pena invertir. A estos dos tratamientos, junto a otros como las carillas dentales por ejemplo, se les conoce como a tratamientos de Estética Dental, y en palabras del Consejo General de Dentistas de España hablamos de una especialización odontológica que ha de llevar a cabo siempre un odontólogo experto.

¿Por qué me detengo en destacar esta advertencia del Consejo de Dentistas? Pues básicamente porque actualmente hay circulando en Internet multitud de trucos caseros para conseguir mejoras estéticas dentales que pueden dañar, peligrosamente, nuestra salud bucodental.

Incluso a veces, hay que analizar muy bien a qué clínica estamos acudiendo puesto que hay quienes, desgraciadamente, con tal de lucrarse realiza tratamientos innecesarios. Clínica ZM, expertos en implantes dentales en Toledo, alerta sobre el auge desmedido de este tratamiento, al igual que lo hacen desde el Consejo General ya que, en sus propias palabras “en muchos casos se opta por este tratamiento en vez de realizar otros más económicos, como las prótesis fijas y las removibles, o aquellos que permiten conservar el diente natural del paciente”, motivo por el cual el Dr. Óscar Castro Reino “pide a los ciudadanos que sean cautos a la hora de elegir dentista, asegurándose de que tiene la formación, la destreza y la experiencia necesarias para realizar este tratamiento y de que emplea los materiales adecuados”.

Trucos caseros que están dañando nuestra dentadura

Limarse los dientes con una lima de uñas: se trata de un reto viral de las redes sociales que consiste en igualarse los dientes con una lima metálica en el propio domicilio para conseguir, así, una homogeneidad en la sonrisa. El problema es que eso conlleva el desgaste de nuestro esmalte dental, que no se regenera, por lo que la erosión es definitiva. Además, al limar nuestro diente el nervio queda más expuesto (a veces expuesto totalmente), lo que aumenta la sensibilidad antes el frío, el calor, el dulce y otros agentes externos que pueden causarnos dolor. Y todo eso por no hablar de las infecciones que podemos llegar a provocar, y de las fracturas dentales que podríamos sufrir y que podrían obligarnos a realizar una extracción y, por tanto, pérdida de pieza dental natural.

Carbón activado para blanquear los dientes: si bien es verdad que es uno de los trucos caseros más efectivos para conseguir el blanqueamiento dental, la realidad es que no merece la pena llevarlo a cabo puesto que los peligros son muchos.

Para empezar, se asegura en internet que elimina manchas  y blanquea el esmalte pero esto es falso, lo que hace es erosionar nuestro esmalte, desgastándolo y provocando que este se haga cada vez más fino. Al principio se nota el beneficio ya que la parte “manchada” del esmalte desaparece con la erosión y queda una especie de segunda capa de nuestro esmalte al descubierto pero con el paso del tiempo lo que conseguiremos es destrozar nuestro esmalte dental, lo que aumentara nuestra sensibilidad dental, desprotegerá nuestros nervios dentales y dañará nuestras encías.

Bicarbonato: el bicarbonato tiene el mismo efecto que el carbón activado sobre nuestros dientes, los erosiona al frotarlo contra ellos, de ahí que parezcan más blancos al principio pero en realidad estamos estropeando nuestro esmalte. La cosa se pone aún peor cuando a ese bicarbonato añadimos cítricos como limón, que está muy de moda, pensando que así el efecto blanqueante es mayor pero nada más lejos de la realidad pues lo único que aumenta es el daño que nos causamos al añadir un efecto ácido con el jugo de este cítrico.

Agua oxigenada: otro supuesto truco que devuelve el blanco natural a nuestros dientes y que, obviamente, es falso. El agua oxigenada es otro ácido que desgasta nuestro esmalte dental lentamente y, para colmo, al entrar en contacto con las encías puede provocar desgaste, inflamación e incluso infecciones a la larga.

Blanqueamientos con lácteos: El azúcar es una de las cosas que siempre evitamos los dentistas. Los lácteos lo tienen. Por lo tanto, es contraproducente tratar la boca con un componente que sabemos produce caries y toda una serie de problemas mayores.

Remedios para dientes basados en hierbas naturales: Además de poco efectivos, también pueden ser contraproducentes porque algunas plantas tienen componentes que tiñen los dientes.

Tratamientos caseros con tés: El té, al igual que el café, aunque son sustancias naturales, consumidas en exceso tiñen los dientes. Por lo tanto, no tiene ninguna lógica hacer un blanqueador casero partiendo de una sustancia que es capaz de pigmentarlos de un tono de apariencia nada saludable.

Debemos comprender que los dientes no son de un color blanco puro, sino de un tono marfil que depende de factores genéticos y del estilo de vida de cada persona. Así, una higiene oral deficiente y el consumo de determinados productos pueden alterar la tinción dental y la mejor forma, por tanto, de presumir de unos dientes blancos es cuidar nuestra higiene bucodental a conciencia y evitar consumir alimentos como el café, los tés y, por supuesto, fumar.

Y, por supuesto, si realmente quieres blanquear tus dientes porque ya tienes manchas previas, lo mejor que puedes hacer es acudir a un profesional para que ponga en marcha el mejor tratamiento blanqueante existente adaptado a tus circunstancias personales porque, aunque muchos lo desconozcan, hay más de un tratamiento dental para lograr este fin.

No obstante, sí hay algún truco que puede ayudarnos a que nuestros dientes “parezcan” más blancos y que es totalmente inocuo, aunque requiere de algo de práctica. Desde Avon y tú, la web para convertirse en distribuidora de la conocida marca de cosméticos, nos explican que hay un método de maquillaje que puede ayudarnos a que nuestros dientes parezcan más blancos. Se trata de una técnica de contraste que consiste en conseguir un contraste óptimo que provoque que el blanco marfil de nuestros dientes destaque más que sin el maquillaje.

Veamos cómo podemos conseguir esto:

  • Perfilador de labios: si quieres conseguir que tus dientes destaquen u parezcan más blancos lo ideal es usar un perfilador tono nude, o lo que es lo mismo, de un color muy próximo a tu tono de piel y al labial que usarás después. De este modo conseguiremos unos labios carnosos y una sonrisa luminosa
  • Iluminador: Aplicando unos toques de iluminador en zonas como el hueso que está por encima de los pómulos, en el tabique de la nariz y en la curvatura de Cupido de los labios conseguiremos unos puntos de luz en el rostro que conseguirán que nos veamos más brillantes y luminosas en general, incluyendo la sonrisa.
  • Bronceados: también es muy interesante conseguir un bonito bronceado en la piel para hacer que el blanco de los dientes destaque en contraste pero hay quien se equivoca usando un maquillaje muy oscuro para conseguir este efecto y lo que obtiene es demasiado artificial, hasta el punto de que parece que lleven una careta puesta. Sin embargo, si usamos polvos o barras bronceadoras podemos conseguir el efecto deseado. Aplícalo con suavidad, sin excederte para que no se vea fabricado.
  • Desvía la atención: otra opción, en lugar de hacer destacar tus dientes blancos, puede ser todo lo contrario, es decir, conseguir desviar la atención hacia otro punto de tu rostro para que tus dientes manchados pasen inadvertidos. Esto se puede conseguir destacando tu mirada: el delineador, la máscara de pestaña y las sombras fuertes te ayudarán a conseguir este objetivo.
  • Barra de labios con matices azules: antes de que alguien se lleve las manos a la cabeza hay que explicar que con “matices azules” nos referimos a ciertos reflejos inapreciables por el ojo humano pero que en realidad están ahí. Esos reflejos azulados consiguen que nuestra sonrisa parezca más blanca y brillante. Si eres atrevida puedes probar con el morado pero para las más clásicas podemos optar por un rojo cereza, un color nude que tienda al castaño, un fucsia, etc.

Pero siempre, cuando decidas llevar a cabo cualquier tratamiento dental, consulta con tu odontólogo de confianza.

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