El tiempo pasa para todos, y antes o después, el rostro muestra evidencias de que, irremediablemente, es así. No se detiene nunca y a cada paso avanza veloz, hasta que finalmente te gana. Poco importa que no sea más que una categoría, si es relativo o si por el contrario es absoluto. Lo único importante, es que el tiempo corre en tu contra, y ganarle la partida, no es, ni mucho menos, fácil.
Seguramente que conoces a alguna persona que aparenta unos 10 años menos de los que tienen. Pero esto no es lo habitual, y mantener un aspecto joven, sobre todo después de los 40, es un privilegio únicamente al alcance de las genéticas más privilegiadas, y en la mayor parte de los casos, exige esfuerzo. La buena alimentación y la práctica de deporte de manera regular, estarían detrás del aspecto joven y sano de algunas personas, que ya peinan canas. Una buena alimentación ha de ser rica en antioxidantes, vitaminas y minerales, es decir, tu dieta ha de estar compuesta por frutas y verduras frescas, frutos secos, cereales, semillas… Además, has de beber agua y renunciar al sedentarismo.
Hoy, la gente vive más años, y la calidad de vida también es mayor. Pero muchas veces el cuerpo no refleja la edad mental. ¿No te gustaría sentirte tan joven por dentro como por fuera? Pues bien, eso es posible, y no es necesario abusar de los cosméticos, con lo caros que son, para ello.
Sabemos que la alimentación es fundamental para mantenerse sanos, pero esto tampoco frena el deterioro celular, que se refleja especialmente en la piel del rostro, la del pecho y la de los brazos, que poco a poco van perdiendo esa elasticidad y firmeza que tenían cuando eras joven. Tu mirada, con el tiempo se apaga, y alrededor de tus ojos comienzan a aparecer arrugas, bolsas y ojeras, lo cual envejece mucho el rostro. Y además, sientes que no eres tan vieja como tu cuerpo se empeña en aparentar. Bien, no lo dudes más. Puede que haya llegado el momento de hacerse algún retoque. Siempre que sientas la necesidad de mejorar alguna parte de tu físico, puedes hacerlo. No se trata de sucumbir a la presión social, ni nada parecido. Si crees que te sentirías mejor con una pequeña intervención, ¿por qué no hacerlo?
En la actualidad, existen nuevos tratamientos, que te pueden ayudar a recuperar tu mirada original. ¿Sabes qué es la blefaroplastia?
La blefaroplastia es la cirugía estética de los párpados con el objeto de rejuvenecer la mirada, consiguiendo un resultado muy natural, sin cambios drásticos en la imagen y sin cicatrices visibles. Es un procedimiento muy seguro y apenas invasivo que se puede realizar tanto en el párpado de arriba como en el de abajo. Además, no requiere ingreso y es definitivo. Así nos lo asegura la doctora en oftalmología Cecilia Rodríguez, una cirujana especialista en medicina ocular, siempre a la vanguardia y en la búsqueda de mejorar la atención a sus pacientes y autora de varios capítulos de libros, publicaciones y ponente en congresos nacionales e internacionales. También es miembro de la Sociedad Canaria de Oftalmología (SCO), entre otras asociaciones.
¿Qué es la blefaroplastia?
Consiste en la operación de los párpados con el objeto de rejuvenecer la mirada. Pero más allá de ser una cirugía estética únicamente, la blefaroplastia, ayuda a todas aquellas personas que, debido a la aparición de bolsas en los ojos, su campo de visión se ver reducido. Es decir, a la vez que te puede ayudar a parecer más joven y guapa, también mejora la salud de tus ojos.
La blefaroplastia es una operación muy segura, y solo requiere anestesia local, y es definitiva. Además, es muy rápida. En 45 minutos se recupera el párpado de arriba y en 1 hora, el de abajo.
Si el problema no es demasiado grave, no sería necesaria la intervención quirúrgica, pudiendo tratar el interior, desde la conjuntiva.
No debes olvidar que este tipo de tratamientos solo pueden ser realizados por médic@s, profesionales especializados en cirugía estética. Seguro que conoces algún caso de negligencia por falta de experiencia, titulación o equipo o instalaciones. Muchos centros de estética también quieren aprovechar para realizar determinados tratamientos de estética, y no siempre cuentan con el personal médico o sanitario necesario para tales intervenciones.